The Wise Seeker

mentir en el cv

Por qué no es buena idea mentir en el CV

La búsqueda de empleo a través de procesos tradicionales -se localiza una oferta, se adapta el CV al puesto, se escribe una carta de presentación… y se espera una llamada- puede resultar en ocasiones frustrante. Muchos candidatos intentan acelerar el proceso -o simplemente aumentar sus posibilidades de recibir la ansiada llamada-, “adornando” sus méritos profesionales.

No es frecuente que un candidato invente una experiencia laboral o declare dominar una disciplina que desconoce por completo. Son hechos que fácilmente se pueden corroborar, y que automáticamente descartarán al mentiroso del proceso de selección.

Por lo tanto, sería más apropiado hablar de exagerar, inflar o estirar la realidad. Y aquí ya es difícil encontrar al profesional que tire la primera piedra. Quién, al redactar su CV, no ha evolucionado su nivel medio de inglés a avanzado, ha convertido sus nociones básicas de Google Analytics en dominio completo de la herramienta, o ha transformado sus seis meses de prácticas en un año a pleno rendimiento.

El candidato presenta así una versión mejorada o idealizada de sí mismo. Lógicamente, porque considera que así tendrá más opciones de optar al puesto o de resaltar entre el conjunto de aspirantes.

¿Cuánto se miente en los CVs?

Según una investigación de Ckeckster, nada menos que el 78% de los candidatos exagera sus méritos profesionales. Concretamente:

  • Un 60% dice dominar habilidades que apenas conoce.

  • Un 50% alteró su historial laboral con el fin de ocultar un determinado empleo.

  • El 45% miente sobre las razones por las que abandonó un trabajo.

  • El 42% inventa experiencias relevantes.

  • El 41% aumentó el nivel de los cargos ejercidos.

  • El 39% mintió sobre la universidad en que se graduó.

Esta práctica está inversamente relacionada con la experiencia. Es comprensible que los que acumulan menos años en el mercado laboral sean más propensos a exagerar sus logros. Según un estudio de GOBankingRates, apenas el 2% de los mayores de 65 años admite haber mentido en alguna ocasión en su CV. Sin embargo, el 11% de los millennials (25 a 34 años) y el 14% de la Generación Z (menores de 25) reconoce haberlo hecho.

Por qué no es buena idea adornar en exceso el CV

Hay muchas maneras de comprobar la veracidad de lo expuesto en el CV: llamadas de teléfono, pruebas prácticas, búsquedas en redes sociales, expedientes de vida laboral… Una mentira es difícil de mantener, y las inconsistencias suelen saltar a la vista cuando se confrontan los diferentes inputs (carta de presentación, CV, entrevista personal, referencias, internet, etc.) que aporta cada candidato.

Pero finalmente, puede suceder que el candidato que ha mentido pase con éxito el proceso de selección y obtenga el trabajo. Esto suele conducir a una situación en la que todas las partes salen perdiendo. El trabajador se enfrentará a tareas y responsabilidades que le van grandes; aumentará su estrés, no rendirá plenamente y no se integrará en la cultura corporativa. Por su parte, el empleador verá que se ha equivocado en la selección y deberá recomenzar el proceso, con todos los costes que ello conlleva.

Por otra parte, los encargados de selección en RRHH no son ingenuos. Un CV demasiado brillante puede provocar un efecto bumerán: hace saltar las alarmas y predispone a RRHH contra el candidato.

Lo cierto es que ningún candidato es perfecto. Sí, la experiencia y los conocimientos son importantes. Pero también poseer habilidades soft, que den la cintura necesaria para adaptarse a cualquier desafío profesional o permitan adquirir nuevos conocimientos.

Las herramientas de evaluación que ofrecemos en The Wise Seeker son la mejor manera de adentrarse en la búsqueda de empleo. Los candidatos pueden presentar un perfil veraz y objetivo, que evalúa su personalidad, aptitudes, competencias y habilidades. Porque, a la hora de afrontar un proceso de selección, es más importante la honestidad que tratar de aparentar perfección.

Scroll al inicio