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5 Consejos para afrontar la cena de Navidad de la empresa

Diciembre llega cargado de tradiciones. Una de las más arraigadas, esa que algunos esperan con ilusión y otros temen como una maldición bíblica, es la cena de Navidad de la empresa.

La cena -o comida- navideña de trabajo se incluye dentro de las acciones dirigidas a mejorar el bienestar de los empleados. Desde el punto de vista de la propuesta de valor al empleado, este evento puede considerarse como una compensación de calidad.

Es evidente que nadie va a tomar la decisión de continuar o no en la empresa en función de la propuesta gastronómico-festiva. Pero, la cena de empresa, es de un evento importante, orientado a fortalecer (o crear) el team building, y que forma parte de la cultura corporativa de una compañía.

Esta cena navideña no deja de ser un evento delicado, porque lo que se hace o se dice durante esa noche, en un ambiente relajado y a menudo bajo la influencia del alcohol, puede tener consecuencias profesionales a partir del lunes siguiente.

Al mismo tiempo, la cena de Navidad es una excelente oportunidad para establecer contacto con compañeros o personas de otros departamentos con los que no se mantiene una relación habitual, e incluso con directivos a los que no es fácil acceder.

Por todo eso, es importante seguir una serie de recomendaciones para sacar el máximo provecho de este evento mostrando un comportamiento a la altura.

Cinco consejos para enfocar de manera profesional la cena de Navidad

  1. No faltes: tal vez la asistencia sea voluntaria, pero lo más recomendable es acudir siempre a la cena, puesto que no deja de ser un evento corporativo. Si faltas, tu actitud puede parecer prepotente, o entenderse como un desplante hacia las personas que han dedicado tiempo y esfuerzo a organizar el evento. Una vez en la cena, procura participar en las conversaciones y demás acciones para afianzarte como miembro del equipo.

  2. Bebe moderadamente: esta suele ser la regla menos respetada. No olvides que estás en un acto corporativo y debes dar una imagen profesional. Cuando al tercer gin-tonic te unas a la conga que cruza el restaurante a modo de trenecito, tal vez estés agarrando por la cintura a la directora de Recursos Humanos… No te excedas con el alcohol si quieres evitar confusiones y momentos desagradables.

  3. Aprovecha para hacer networking: en las cenas de empresa existe un protocolo y una serie de normas que respetar. Sin embargo, siempre surge un componente de improvisación e informalidad. Es una buena ocasión para crear nuevos lazos, limar asperezas con compañeros mal avenidos, o acercarse a personas con las que no se tiene contacto habitual, incluidos los directivos.

  4. Evita los temas conflictivos: la política, la religión, las aficiones deportivas, conducen a discusiones acaloradas con familiares y amigos. Es mejor ser prudente y evitar asuntos de opinión delicados, especialmente si se opina bajo la influencia del alcohol. Si tienes alguna cuenta pendiente con un compañero, tampoco es el mejor momento para sacarla a la luz: espera a hacerlo con sosiego en otro momento y ambiente.

  5. Haz una salida decorosa: la noche es larga, pero puedes marcharte cuando consideres que ya has cumplido con el tiempo mínimo de cortesía. No te marches a la francesa: despídete de tus compañeros y da las gracias a quienes se han ocupado de hacer posible la fiesta.

Si sigues estos consejos, ya sabrás cómo comportarte en una cena de navidad y seguro que tendrá un inicio y un final felices.

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