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Los perfiles que los recruiters no quieren encontrar

Los profesionales con talento T son los más buscados por las organizaciones. Pero cuidado, porque en ocasiones se desestiman determinados perfiles por no contar en apariencia -solo en apariencia- con habilidades hard y soft.

En un mundo dominado por la rapidez de los cambios y por la necesidad de especializarse – o al menos familiarizarse- en nuevas disciplinas que la digitalización hace brotar continuamente, la búsqueda de profesionales con talento se convierte en objetivo básico para los recruiters.

El talento se puede definir de muchas maneras. Una de ellas adopta forma de letra: son las conocidas como T-shaped persons. Es un concepto que definió en el año 2010 Tim Brown, CEO de la consultora IDEO. La forma de T hace referencia a una doble capacidad:

  • La barra horizontal se refiere a la amplitud: una persona muestra disposición para colaborar entre diferentes disciplinas. Para ello es imprescindible estar dotado de empatía, cualidad que permite observar los problemas desde otra perspectiva y ponerse en el lugar de los demas; también del entusiasmo necesario para colaborar o aprender nuevos conocimientos.

  • La barra vertical está conectada con la profundidad: se trata del nivel de conocimientos especializados que posee un profesional, y que le permiten ejercer una disciplina determinada.

En otras palabras, el talento en forma de T no deja de ser una combinación de hard y soft skills: conocimiento especializado unido a la capacidad empática necesaria para colaborar. Habilidades técnicas -desde conocimientos de marketing digital hasta diseño ágil- combinadas con cualidades cognitivas -como la inteligencia emocional o la creatividad.

Esto da lugar a perfiles versátiles, capaces de adaptarse a los cambios y necesidades de las organizaciones, y que ofrecen alto rendimiento individual y colectivo. Personas capaces de contribuir, de mediar entre equipos y proyectos, de fomentar la cooperación y el buen clima laboral y, en última instancia, mejorar la productividad.

¿Qué recruiter no querría encontrarse con perfiles como estos?

El error de descartar a un profesional solo por las apariencias

Ahora bien: supongamos que en una persona que posee talento T, confluyen en ella las siguientes circunstancias personales:

  • Lleva tiempo sin trabajar.

  • Tiene más de 45 años.

  • No posee titulaciones oficiales que acrediten sus conocimientos.

¿Qué hará el recruiter que se encuentre con este tipo de perfil, aparentemente la antítesis del talento T?

A primera instancia, es posible (aunque no deseable) que se activen ciertos sesgos o prejuicios: “Si lleva tiempo sin trabajar será por algo…”; “Querrá cobrar mucho más de lo que le ofrecemos…”; “¿Cómo me creo que sabe de analítica web, si no tiene ninguna certificación que lo demuestre?”.

Y esto puede llevar a descartar profesionales perfectamente competentes y válidos, simplemente porque se trata de perfiles que “no venden”.

Es evidente que si esto sucede, se está juzgando a alguien solo por sus apariencias. El CV o la página personal de LinkedIn no son suficientes para definir o conocer a una persona, ni siquiera profesionalmente. Son necesarias otro tipo de evaluaciones complementarias para llegar al fondo de los valores y las posibilidades que puede aportar cualquier candidato.

En The Wise Seeker ofrecemos un amplio conjunto de herramientas para evaluar las habilidades soft y los conocimientos hard de un profesional. Pruébalas y asegúrate de no estar pasando por alto el talento T, sea cual sea la apariencia externa de tus candidatos.

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