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Modelos flexibles el trabajo de tener una buena vida

Modelos flexibles: el trabajo de tener una buena vida

Un nuevo paradigma lleva un tiempo extendiéndose cada vez con más arraigo: encajar el trabajo en la forma de vida, y no al revés.

En otras palabras, llevar una buena vida no depende de las condiciones laborales, sino que son estas las que contribuyen a que se lleve una buena vida. El encasillado horario de 9 a 19 ha condicionado las vidas de varias generaciones de trabajadores españoles. Es el momento de dejarlo atrás, y adoptar formas modernas y puestas al día.

En este contexto, la clave es el concepto de flexibilidad. Las empresas dan margen de maniobra a sus empleados: se centran en los resultados obtenidos, no en el cuándo, el dónde o el cómo los consiguen.

Los modelos laborales se diversifican. Encontramos ya diferentes fórmulas que se adaptan a las necesidades de conciliación de los trabajadores: semanas laborales de lunes a jueves, trabajo semipresencial, horarios personalizados, incluso trabajos compartidos por dos o más empleados a tiempo parcial.

Salvo que sea imprescindible la presencia en la oficina, la variedad de opciones se consolida en las políticas laborales. Las nuevas generaciones de trabajadores viven, piensan y se comportan de manera muy distinta a como lo hacían sus padres y abuelos. Es difícil -tal vez imposible- esperar que trabajen en las mismas condiciones.

Tipos de flexibilidad en el trabajo

La flexibilidad laboral implica una toma de conciencia por parte de las empresas y organizaciones: la de que existe una vida más allá de las horas de trabajo. Por eso, son cada vez más las compañías (incluidas gigantes del calibre del BBVA) que ofrecen alternativas y opciones a los empleados para que puedan compaginar su vida personal y profesional.

Las condiciones de trabajo flexibles pueden establecerse de manera formal a la hora de firmar el contrato, o bien pactarse de modo informal, como resultado de un acuerdo mutuo entre las partes. Se negocian así horarios, ubicación, tipo de jornada, carga de trabajo, bajas no remuneradas, etc

Claro que también pueden surgir a raíz de una situación excepcional. Así sucedió en marzo de 2020, cuando millones de personas en todo el mundo tuvieron que encerrarse en sus casas y se convirtieron -prácticamente de la noche a la mañana- en trabajadores en remoto.

Eso sí, siempre con el imprescindible soporte de la tecnología. Existen multitud de herramientas en la nube para controlar la asistencia, gestionar los flujos de trabajo, alimentar la comunicación interna, gestionar proyectos, facilitar feedback, etc. Opciones variadas, fáciles de usar y de coste asequible para cualquier tipo de empresa.

Beneficios del modelo flexible

Un sistema de trabajo flexible aporta ventajas a todas las partes. Desde la perspectiva del empleado:

  • Dispone de tiempo y espacio para sus necesidades personales. Porque, de acuerdo, Marisa es la contable de la empresa, pero también -y ante todo- es una madre de dos niños de 10 y 6 años.

  • Crece la productividad. Si Marisa puede organizar sus horarios de la manera más conveniente, en lugar de sentarse obligatoriamente a las 8:30 delante del ordenador, llevará mejor las cuentas de la empresa.

  • Ahorro de costes en desplazamientos, comidas fuera del hogar, etc. Además, pasar más tiempo con la familia puede considerarse una forma de retribución en especie.

  • Aumenta la felicidad del trabajador, y en consecuencia, la retención de talento, porque el empleado satisfecho no tiene motivos para buscar alternativas laborales.

Y desde el punto de vista de la empresa:

  • Menores niveles de rotación de personal, con lo que ello conlleva en términos de estabilidad y ahorro en procesos de búsqueda de talento.

  • Aumento de la productividad, ya que se reducen el absentismo y las bajas.

  • Disminuyen algunos gastos fijos, como el alquiler o los consumibles. Algunos trabajadores incluso aceptarán rebajas de sueldo a cambio de mejores condiciones personales.

  • Mejora de la marca empleadora: un buen ambiente de trabajo se proyecta en la cultura corporativa, y actúa como atractivo adicional en la captación de talento.

¿Tienes dudas sobre cuál es el modelo más apropiado? Pregunta a tus empleados.

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